El espejo dormido de Daniel Padilla Serrato


Por Jacobo Reyes Godoy

“De los sueños, una noche líquida emerge”, y ese espejo es el lecho en que el hombre y su consciencia se sueñan mutuamente. De aquel reflejo parecieran surgir estos poemas, cuya esencia es el instante elemental, el asombro creador y la primera luz que dibujó el paisaje.
En su búsqueda o su sueño, el libro nos conduce a los orígenes sensitivos de la poesía, hasta hallar en los vestigios de su mundo, los sentidos dispersos del poeta. Allí donde sólo él puede ver, allí miramos todos el devenir primigenio del tiempo, la raíz de las sombras, la eclosión estelar, la genealogía del olvido y el andar en fuga de la sangre.

Con una poesía que más que nueva se pretende intensa, y más que terrenal se torna líquida, El espejo dormido “imagina que construye en sueños lechos de cristal” y sin huir del horror o de la muerte, va encendiendo lo creado con el verbo incandescente del lenguaje.