Armando Rojas Guardia - Poemas escogidos


Tomado de Mapa del desalojo, poemas escogidos.
Colección Los Conjurados, Común Presencia Editores


Por Armando Rojas Guardia

El mendigo del poema,
ahora que no siente ni el dolor,
hurga en la cicatriz recién abierta.
Es bella la mansedumbre de la sangre
sobre el suelo inocente. Pero el sol
evapora las manchas, las acalla.
No hay herida decible expresa el verso
del menesteroso batallar con el poema.
El líquido indoloro no es la tinta
para escribir la queja, ese gemido
de una cicatriz resquebrajada.
Uno intenta golpearse, someterse
al orden pertinaz del sufrimiento:
quizá vibre una imagen, una frase.
Pero el poema, indeciso, se distrae
con palabras hermosas, coloreadas,
que como a la sangre sobre el piso
reseca el sol de la verdad,
la exterior para siempre a la belleza,
la que no resuena nunca, la insensible.
El poeta habla sin voz y ya no puede
ni siquiera traducir su propio llanto,
se muerde la herida innecesaria
como nombrar un hueco entre dos frases,
un gélido hueco en la memoria

del cuerpo no verbal, intransitivo.