El testimonio poético de Joel Streicker


Por Luis Fayad

El amor en los tiempos de Belisario es el testimonio poético de un habitante de paso por Bogotá. Hace treinta años Joel Streicker dejó su vivienda en las afueras de Chicago y recién instalado en su nueva residencia cedió a una nostalgia anticipada que lo llevó de viaje a su niñez, a un sitio que ya no lo conoce y le llega como una brisa endeble que no lo desalienta y lo recrea. Sus recuerdos madurados por la distancia en el tiempo y en el espacio dejan una señal en su poesía y no se diluyen, pero permiten que las palabras también expresen las impresiones en el nuevo lugar. La ciudad y su visión desde una ventana y desde las sensaciones. Las calles y los episodios de las esquinas no le inspiran tonos descriptivos sino el diálogo con él mismo para revelar su intimidad. El verso es medio de expresión y es compañía, es la casa en la que habitan unos momentos selectos transcurridos en la niñez y otros, muchos más, en un lugar lejano que conoce de joven y que si fueron inconscientes en su rutina, se hacen conscientes en la palabra. Aparece el hombre en la comunidad con sus desconsuelos sin lamentos y sus goces sin exaltación, con su amor a una persona o su búsqueda ansiosa cuando el amor no existe y se vuelve anhelo, como se busca la soledad y la amistad. “Busco el eco de mi silencio en el amor”.


POR esta noche
de pobre patrimonio
de calles y vidas
astilladas
no hay cantares
ni lágrimas
ni escapes
cuando la ciudad
lleva sin galardón
ni vergüenza
su alma rota
todos nos morimos juntos

(14 enero 83)



YA que no se asoma
la divinidad desde
cada ser,
ni se vislumbran
sus huellas en
los actos y las cosas,
ya que no hay causa
que llene con su llama pura
este hueco adentro que
en vano aguarda mi reflejo
en su oscuridad
de espejo ciego,
busco el eco de mi silencio
en el amor,
como queriendo
recrear una piedra
de las olitas
que mandó a perderse
sobre la superficie
de un pozo


(25 febrero 83)